“Nuestro Run Run” te trae la radiografía en materia política del suceso de la semana: Un pingüino, una naranja y la foto de la reunión que despertó sentimientos encontrados en pasillos y despachos.
Podríamos empezar con: “Una selfie no puede poner nervioso a un funcionario”. La selfie de un pingüino y una naranja. La primera selfie en realidad, la segunda ampliada con más dirigentes de un espacio político en busca de la reconstrucción y el operativo retorno. ¿Funcionario dije? Funcionarios…
Son tiempos complejos en Santa Cruz, frentes abiertos con miles de puestos de trabajo en juego: incertidumbre en las represas hidroeléctricas del río Santa Cruz, en la cuenca carbonífera con el plan de privatización de YCRT en marcha, en el sector petrolero con la partida de YPF de la cuenca del Golfo San Jorge, en las universidades públicas por falta de financiamiento, del cierre de delegaciones nacionales y con la inflación al galope y con varias cabezas de distancia por sobre el poder adquisitivo de las familias trabajadoras, sean del sector privado o público da igual.
Santa Cruz le aportó en noviembre pasado poco más de 100 mil votos a la propuesta libertaria de Javier Milei, hoy ante un panorama crítico no son pocos quienes se cuestionan el voto de apenas cuatro meses atrás. En ese marco, el gobierno provincial ha comenzado a marcar incipientemente diferencias con La Libertad Avanza, principalmente desde el bloque de “Las Provincias Unidas del Sur” y concretamente con votos para el KO del DNU en el Senado, pero más fuertes son aún los cuestionamientos políticos en cuanta oportunidad se presenta desde el justicialismo santacruceño, relegado del poder provincial el año pasado.
Si bien la selfie del pingüino y la naranja; los intendentes Pablo Grasso y Javier Belloni no pasó desapercibida fue la antesala de una reunión ampliada “en la construcción de consensos” según el riogalleguense.
Lo que se dijo y lo que no
De izquierda a derecha en la fotografía: el gremialista y ex funcionario de la gestión de Alicia Kirchner, Alejandro Garzón; la exdiputada Gabriela Peralta; el diputado provincial Carlos Alegría y el exdiputado Fabio Oyarzún. Ya a la derecha del anfitrión Javier Belloni estaba reapareciendo públicamente después de un tiempo el ex presidente de YPF, Pablo González y del otro lado, Javier Castro, secretario general de AOMA cerca del exgobernador y ahora jefe del bloque de Unión por la Patria, Daniel Peralta y la diputada Agostina Mora. En primera plana, un sonriente Pablo Grasso que apuntado directamente por el gobernador Claudio Vidal, se sabe líder de la oposición santacruceña.
“Queremos escuchar todas las voces, y luchar por y para los vecinos, buscando los caminos que nos lleven a la organización colectiva con más y mejores espacios, participativos y democráticos” cerró en el posteo que acompañaba la imagen con fuerte presencia de la dirigencia del peronismo o kirchnerismo -como prefiera el lector, justicialismo al fin- pero con la ausencia de dirigentes de la zona norte provincial, aunque días atrás se había dado en Caleta Olivia un encuentro multisectorial, en tierras donde SER Santa Cruz arrasó en las urnas.
Los intendentes del espacio que faltaban, Darío Menna y Aldo Aravena estaban en Buenos Aires acompañando al gobernador en defensa de YCRT ante funcionarios nacionales. Luego también se encontraron con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y Pablo González, mostrándose agradecidos por el respaldo ante el intento de privatización de la empresa. Por su parte Néstor Ticó de El Chaltén, no sabe no contesta.
Operativo clamor
Si no es un operativo clamor en tiempos de incertidumbre y desesperanza se parece mucho, lo cierto es que en algunos despachos este reagrupamiento justicialista preocupa, principalmente en aquellos donde alguna vez estuvieron los cuadros de otras gestiones, en funcionarios que pegaron el salto hace años y sobre todo en los que lo hicieron en tiempo de descuento. Es más, por lo bajo ya se escuchan ciertos cuestionamientos a quienes venían hasta hace poco con boletas de un color y hoy son parte de la gestión con sello y firma, más si ya lo tenían en tiempos de Alicia Kirchner.
“Es como ver la entrada del tren fantasma” dijo públicamente un importante funcionario provincial, será el tiempo quien dirá si los santacruceños sacan boleto con destino a la reconstrucción o al más allá, por lo pronto el año que viene hay elecciones de medio término con mucho más que bancas en juego.
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