En el panorama político argentino, la Ley de Lemas ha sido un sistema electoral de profundo impacto y controversia. Concebida originalmente por el profesor belga Jules Borely en 1870, esta ley fue expuesta en su obra nouveau système electoral: representation proportionelle de la majorité et des minorités. Su implementación en Argentina en un principio no se dio a nivel nacional, pero sí en provincias como San Luis, San Juan, Formosa, Misiones y Santa Cruz, con la Ley N° 2052 sancionada en 1988.
La Ley de Lemas, o sistema de doble voto simultáneo, permite a los electores escoger entre diferentes listas de candidatos agrupados bajo un lema político. Cada partido o coalición se considera un lema, y cada lema puede tener varios sublemas con énfasis políticos distintos. En elecciones uninominales, el lema más votado gana, y dentro de ese lema, el sublema más votado es el elegido.
Este sistema buscaba evitar divisiones internas en los partidos, reemplazando las elecciones primarias por la participación de los sublemas en las generales. Se pensó para poner fin a las metodologías de internas partidarias y no elegir candidatos a espaldas de la ciudadanía. Además, permitía una representación proporcional en elecciones plurinominales.
Sin embargo, la Ley de Lemas ha sido objeto de críticas por favorecer a los partidos en el poder y por la posibilidad de que candidatos con menos votos individuales ganaran elecciones gracias a la sumatoria de los sublemas. Se argumenta que debilita las estructuras democráticas, concibiendo al partido como corporación y motivando a los candidatos más por el interés en los cargos que por convicciones políticas.
La derogación de la Ley de Lemas en Santa Cruz, después de más de 30 años de vigencia, se ve como un avance hacia una mayor justicia y representatividad. La eliminación de esta ley puede ser vista como un paso hacia una democracia más representativa; pero no es tan así porque tenemos una actual gestión gubernamental claramente alineada a la nefasta Ley Bases de Milei que aboga por el vaciamiento del estado. En estas horas, más que nunca, uno piensa con tristeza en los trabajadores de YCRT de la Cuenca Carbonífera.
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