“Las Pastillas del Abuelo” y un show a 17 grados bajo cero en Río Turbio

La “Fiesta Provincial de la Nieve” de Río Turbio, tuvo un cierre de antología con la reconocida banda de rock con más de 20 años de trayectoria “Las Pastillas del Abuelo”. El frío en este extremo austral del continente se hizo sentir complejizando la llegada a la cuenca carbonífera tanto por vía terrestre como área -Damián Córdoba que también era cierre del festival tuvo que ser reprogramado- pero con el calor de una fiesta popular que encendió julio. “Se apagaban tablets, se morían las baterías de los inalámbricos, se congelaban literalmente los vientos: saxo, trompeta y trombón. ¡Un show muy muy extremo!” afirmaron quienes llevaron adelante el sonido.

Los exponentes del llamado "rock barrial" que incorpora elementos de la murga y otras expresiones de la música popular a los sonidos del rock simple, encabezada por la voz de Piti Fernández, Fernando Vecchio y Diego Bozzalla (guitarras), Joel Barbeito (saxofón), Santiago Bogisich (bajo), Alejandro Mondelo (teclado) y Juan Comas (batería), de amplísima trayectoria nacional e internacional y una decena de discos lanzados brindaron un memorable show bajo cero con dieciséis canciones en un recorrido por su rica discografía con clásicos como “Rompecabezas del amor”, “Amar y envejecer”, “El enano” y “Tantas escaleras”, entre otras.

Pasada la medianoche del domingo y con más de 17 grados bajo cero, la banda cerró su presentación con la voz de Piti alentando al público presente en la gélida noche “Pueblo valiente pá, de un rockero” agradeciendo el acompañamiento más allá de la temperatura.

Por su parte, “Backline Trelew” la compañía a cargo del sonido del show, en redes sociales reflejó lo que fue armar el escenario y llevar adelante la logística para el espectáculo, consultados sobre cómo sonaron los instrumentos en esas condiciones afirmaron “¡De milagro! Se apagaban tablets, se morían las baterías de los inalámbricos, se congelaban literalmente los vientos: saxo, trompeta y trombón. ¡Un show muy muy extremo!“.

Sin dudas, una apuesta cultural, recreativa y turística más que interesante que se gesta desde la cuenca carbonífera para llevar adelante un festival que honra a la nieve, al frío y a la gente de nuestro lugar.