La gestión de Claudio Vidal en Santa Cruz ha sido un claro ejemplo de políticas de ajuste que han profundizado la pobreza en la región.
La marcha multisectorial de hoy es una muestra del descontento generalizado, especialmente entre los docentes, a quienes se les prometió una recomposición salarial del 100% durante la campaña, promesa que hasta ahora no se ha cumplido. Esta situación contrasta con la administración de Alicia Kirchner, quien, a pesar de su reticencia histórica y folklórica para con el gremio docente, mantenía una cláusula gatillo que ajustaba automáticamente los salarios, evitando así el deterioro del poder adquisitivo.
La Caja de Servicios Sociales también ha sido objeto de críticas debido a su deficiente cobertura, lo que agrava aún más la situación de los trabajadores. La falta de inversión en obra pública y las propuestas salariales cada vez más insuficientes en las mesas paritarias parecen apuntar a una intención de congelar los sueldos, lo que solo incrementa la tensión social.
En medio de este panorama, surge la pregunta -siempre retórica- de si la actual gestión no estaría considerando trasladar la capital santacruceña a una localidad del norte, donde los conflictos se resuelven como en al far west: ¡A los tiros, papá! Esta reflexión subraya la falta de diálogo del gobernador, quien desde su asunción, no ha salido, ni una sola vez, a las calles de la capital para enfrentar la realidad de sus ciudadanos.
Hoy, los trabajadores vuelven a las calles, organizados para luchar contra la pobreza. La unidad en esta jornada de protesta es un recordatorio de que la clase trabajadora siempre ha sido la variable de ajuste para los gobiernos y los sectores de poder. No es casualidad que en todo el país tantos sectores se unan en la lucha por salarios dignos, educación, salud y trabajo. La economía de los hogares ha sido golpeada sin tregua durante meses, y ahora se intenta reducir el presupuesto educativo y universitario, lo que es inaceptable.
Esperamos que mañana se presente una oferta salarial que pueda ser considerada en la asamblea. Los trabajadores necesitan una propuesta de dos dígitos que permita mejorar su calidad de vida. La situación es cada vez más crítica, no solo por la lucha, sino también por la situación social de los trabajadores. No podemos aguantar más, no sabemos cómo llegar a fin de mes. Es necesario que las autoridades comprendan la gravedad de la situación y tomen decisiones sabias sobre la distribución de los recursos.
Por @_fernandocabrera
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