En el libro VII de "La República", Platón nos presenta una alegoría poderosa: el mito de la caverna. En esta historia, se muestra a prisioneros encadenados en una cueva desde su nacimiento. Su única visión del mundo es a través de las sombras proyectadas por otros en la pared. Estas siluetas oscuras, sin embargo, no son la realidad; son solo una ilusión.
Un día, uno de los prisioneros se libera y sale de la caverna. Al hacerlo, descubre la luz del mundo exterior y se da cuenta de que las sombras eran solo una parte distorsionada de la realidad. Este prisionero representa al filósofo que busca la verdad más allá de las apariencias.
¿Cómo se relaciona esto con los medios de comunicación actuales? Vivimos en un mundo saturado de información. Las noticias, redes sociales y publicidad nos bombardean constantemente. Pero, al igual que las sombras en la caverna, esta información a menudo está filtrada por intereses, agendas y sesgos.
Los medios pueden convertirse en las sombras que nos impiden ver la realidad completa. A veces, solo vemos fragmentos de la verdad. Las noticias pueden ser selectivas, las imágenes manipuladas y los titulares sensacionalistas. Como los prisioneros encadenados, nuestra percepción está limitada.
Entonces, ¿qué podemos aprender del mito de la caverna para aplicarlo a Santa Cruz? Debemos repensar dos cosas: primero, que es demasiado peligroso que el periodismo sea "formador de opinión"; y, segundo, que es nuestro deber ético como ciudadanos cuestionar permanentemente toda expresión mediática, incluso ésta. Es preciso liberarnos de las cadenas de la desinformación y buscar la verdad más allá de las sombras de la parcialización de las redes sociales. Como el filósofo que sale de la cueva, salir a la calle a explorar más allá de las apariencias superficiales y buscar la realidad completa y construir así nuestra propia información. El periodismo en sí no debe ser tenido en cuenta como una profesión, sino como una situación. Ya que todos al observar críticamente un contexto estamos en situación periodística.
En definitiva, el mito de la caverna nos invita a ser críticos, a buscar la verdad y a no conformarnos con las sombras que nos muestran los medios. La luz está ahí afuera; solo debemos tener el coraje de mirar más allá de las proyecciones y descubrirla.
Por @_fernandocabrera
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