En los últimos días, ha surgido un intenso debate en la provincia de Santa Cruz sobre la posible transferencia de la Caja de Previsión Social (CPS) al manejo del gobierno nacional. El titular de PAMI Santa Cruz, Jairo Guzmán, desde su inexperto enfoque, ha sido uno de los principales defensores de esta medida, argumentando que es necesario para garantizar la sostenibilidad del sistema previsional.
Pero ¿Por qué se plantea esta transferencia? Bueno, la CPS, como entidad encargada de gestionar las jubilaciones y pensiones en la provincia, enfrenta desafíos significativos. Uno de los principales problemas es el creciente pasivo previsional, que se ha vuelto, según las almas privatizadoras, "insostenible". La falta de recursos para cubrir estas prestaciones -dicen- "han llevado a una situación crítica".
Jairo Guzmán, referente político de La Libertad Avanza (LLA), director ejecutivo de PAMI Santa Cruz, y avezado economista de renombre internacional con numerosas publicaciones de lectura obligatoria en las universidades más prestigiosas del mundo, sostiene que la transferencia de la CPS al ámbito nacional es la solución más viable. En sus sabias palabras y después de haber hecho un exhaustivo análisis de rigor académico, argumentó que "no podemos tener gente que se jubila a los 45 años y cada vez aumentar más y más el pasivo que tenemos y bla, bla, blá". Guzmán aboga por un sistema más sostenible y eficiente, que no sobrecargue al Estado provincial. Y aquí el querido lector de "Santa Cruz nuestro lugar" al igual que yo, imaginará que el mencionado estudioso de las finanzas santacruceñas dice esto en procura de que su gobernador Vidal no llegue a diciembre culpando a los pueblos originarios por la falta de dinero y ponerse de una vez por todas a contrarrestar la deficiente infraestructura en los hospitales y escuelas de nuestro amplio territorio.
Además, Guzmán destaca la importancia de impulsar el desarrollo privado en la provincia (es decir: PRIVATIZAR). Porque considera que algunos representantes políticos no comprenden la necesidad de atraer inversiones y generar condiciones favorables para el crecimiento económico. Para él, la transferencia de la CPS es un paso necesario para lograr este objetivo.
Por supuesto, no todos están de acuerdo con esta postura. Algunos fundamentan con más dedos en la frente que la transferencia podría afectar la autonomía de la provincia y la calidad de los servicios prestados.
Si buscamos precedentes de este tema, podemos remontarnos al periodo que va de 1994 a 1997, cuando diez provincias junto con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires transfirieron sus cajas previsionales de empleados públicos a la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES). Estas provincias cedieron parte de su autonomía en la gestión de jubilaciones y pensiones, buscando aliviar sus déficits y armonizar sus sistemas con el esquema nacional. Sin embargo, el impacto político y financiero ha variado según cada provincia, ya que hubo falta de pago del déficit prometido por parte de Nación.
Claro está que la transferencia de la Caja de Previsión Social en Santa Cruz es un tema candente que merece una reflexión profunda. La decisión final deberá considerar tanto la sostenibilidad del sistema como el bienestar de los jubilados y pensionados, teniendo en cuenta que los rumbos del país, por estas horas, se encuentran entre las garras de un desquiciado político que ya analizaremos en otra columna.
Por _@fernandocabrera
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