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Foto del escritorFernando Cabrera

Diego Montenegro, el preparador físico internacional que eligió Río Gallegos para vivir

Bien sabe el lector de "Santa Cruz nuestro lugar" que Río Gallegos no solo es conocido por su hostilidad climática y su lejanía de cualquier centro neurálgico de Argentina. Aun así, este rincón de la patagonia suele oficiar de imán mágico para traernos personas talentosas y con trayectorias internacionales a nutrir nuestra comunidad. Tal es el caso de Diego Montenegro, un profesor y preparador físico cuya carrera lo ha llevado a diversos rincones del mundo. Su historia es un testimonio de cómo el talento y la experiencia también pueden encontrar un hogar en esta ciudad tan austral.

Diego Montenegro, radicado hace ya un tiempo en nuestra ciudad capital recuerda con claridad el momento en que su vida dio un giro inesperado.

"Soy oriundo de Rosario, pero después de una larga trayectoria en mi vida llego a México a mediados del 2019, más precisamente a fines de junio, por intermedio del director técnico Lorenzo 'El Torpedo' Sáenz, un exfutbolista que se inició en Newell's Old Boys, pasó por Argentinos Juniors y después toda su carrera futbolística la hizo en México, sobre todo en el club Pachuca", comienza Montenegro, con una sonrisa que denota nostalgia y orgullo.


"La oportunidad surgió de manera repentina" enfatiza Montenegro. "Cuando me voy en 2010 de Rosario y vengo hacia Río Gallegos, Lorenzo después se va para México y para ese año le ofrecen Coyote de Tlaxcala, un equipo que competía en primera división, y en ese momento Coyote Tlaxcala era filial de Pachuca. Allá en México se utilizan muchos clubes, por ejemplo, tienen un club y tienen dos o tres filiales, así se maneja el fútbol mexicano", explica.

La decisión de mudarse no fue fácil, pero la pasión por el fútbol y el deseo de enfrentar nuevos desafíos fueron más fuertes. "Fue de un día para el otro; en este caso, el fútbol es así, hoy estás acá y a los dos o tres días te tenés que ir para otro lado. Para mí fue una experiencia muy positiva porque nunca había estado en ese país. México es una potencia futbolística, sobre todo en América del Norte junto con los Estados Unidos, Canadá y Costa Rica, pero mayormente predomina el fútbol mexicano", relata Montenegro.


Adaptarse a una nueva cultura y estilo de vida fue un reto que Diego abrazó con entusiasmo. "Así que para mí era un desafío muy importante conocer su idiosincrasia, su cultura, su manera, sus pensamientos, por lo que me tuve que adaptar rápidamente al futbolista mexicano. La verdad que la experiencia que me llevé fue muy positiva y sinceramente tengo unos recuerdos muy gratos de mi paso por México".


Asimismo, el profe Montenegro comparte lo que todos los hinchas de Boca queremos saber: su experiencia profesional con el ídolo Xeneize, Martín Palermo, durante su tiempo en el club Pachuca:


"La relación que teníamos era porque él (Palermo) estaba en ese momento en Pachuca como director técnico y su primer ayudante era el 'Pato' Abbondanzieri. Nosotros, al ser filial de Pachuca, teníamos un diálogo bastante fluido y continuo. Pudimos hacer la pretemporada en su predio y realizamos muchos partidos amistosos durante el año. Además, en nuestro plantel estaba Ryduan, el hijo mayor de Martín Palermo, así que él venía a ver nuestros partidos y teníamos un contacto muy fluido".


"La impresión que me dejó Palermo, más allá de conocerlo como profesional por todo lo que le dio al fútbol argentino, fue la de una persona muy humilde y sencilla, con la que podíamos hablar de cualquier cosa. Era muy solidario, siempre preguntándonos si necesitábamos algo y cómo estábamos. También estaba muy predispuesto a que utilizáramos las instalaciones del Club Pachuca. La posibilidad de realizar partidos amistosos entre dos equipos competitivos nos permitía tener una experiencia y un ritmo futbolístico muy valiosos para nuestra competencia", recuerda.

Avanzada la entrevista, en profe Montenegro también habla acerca de cómo es su desempeño profesional cada vez que le toca un nuevo destino. "Siempre es un desafío interesante", dice al respecto. "Cuando llegué a México, era mi cuarto lugar de trabajo, y mis experiencias anteriores me enseñaron que lo primero es conocer al jugador: su cultura, cómo piensa, su genética, su tipo de alimentación, entre muchas otras cosas. Solo así se puede desarrollar un plan de entrenamiento acorde al jugador de fútbol mexicano".


"Fue un desafío muy interesante, ya que todos los jugadores eran profesionales provenientes de equipos de primera división, pero muchos tenían historias clínicas complicadas, con lesiones importantes. Por eso, el trabajo debía ser muy minucioso y estudiado. Implementé toda la experiencia acumulada en mis más de veinticinco años como preparador físico, y fue totalmente diferente a mis experiencias en otros lugares" recuerda.


"En cada lugar donde he trabajado, siempre he enfrentado muchos desafíos, pero cada uno ha sido muy diferente. Por eso, siempre digo que es crucial conocer cómo piensan los jugadores, cuál es su cultura y cómo viven. No todos los planes y métodos de entrenamiento se pueden aplicar de la misma manera en todos lados. Por ejemplo, los jugadores argentinos entrenan de una manera, los europeos de otra, y los centroamericanos de otra distinta. Cada uno tiene su genética y su manera de entrenar, y es importante tener en cuenta todos estos aspectos para desarrollar un plan de entrenamiento adecuado", enfatiza.


Sobre su arribo a Río Gallegos, Diego Montenegro cuenta que "llegué a esta querida ciudad en septiembre de 2010, gracias a un amigo que había arreglado como ayudante de campo en Boca Río Gallegos, que en ese momento tenía un proyecto importante en el Federal. Yo estaba en Rosario, trabajando en Newell's Old Boys en las divisiones inferiores, en la Asociación Rosarina de Fútbol y en el club Atlético Acebal de primera división como preparador físico. La propuesta de venir a Santa Cruz me pareció interesante, así que decidí aceptar".

"En Boca Río Gallegos estuve casi cinco años, cumpliendo varias funciones dentro de la institución. Diagramamos y armamos el gimnasio de musculación, que inicialmente era para la preparación física del plantel, pero luego se abrió a la comunidad. También fui coordinador general por un tiempo", detalla y añade que "estando en Río Gallegos, recibí una propuesta para trabajar como preparador físico de la selección de Panamá, donde estuve casi un año. Volví en 2016 y seguí trabajando en la docencia, algo que ya hacía antes de irme a Panamá. En 2019, como ya dije, me fui a México por una nueva propuesta laboral. Volví en 2020, justo en el período de la pandemia, que fue un momento muy duro para todos. Retomé mi trabajo en la docencia, principalmente en colegios secundarios".


"Actualmente, me desempeño como profesor de educación física en el Colegio Salesiano y en el Colegio Secundario N° 39", indica el Profe Montenegro, antes de cerrar la entrevista, manifestando qué es lo que lo determina a elegir Río Gallegos cómo su casa:

"Al poco tiempo de llegar a Río Gallegos en 2010, conocí a mi señora Vanesa. Nos pusimos de novios, formamos pareja y luego nuestra familia con el nacimiento de nuestro hijo Jeremías, que hoy tiene trece años. Después de trabajar mucho tiempo y tener mi familia, decidí radicarme definitivamente en esta ciudad que quiero tanto. Me siento parte de ella, me abrió sus puertas y me brindó muchas oportunidades".


"Tengo la familia de mi señora aquí, mientras que mi familia está en Rosario, de donde soy oriundo. Trato de ir una vez al año a mi lugar de origen para estar con mis padres, hermanos, sobrinos y amigos. Aunque no puedo quedarme mucho tiempo, disfruto cada día que paso con ellos. Sin embargo, cuando estoy allá, extraño mi casa y mi lugar en Río Gallegos. Estoy muy feliz de estar aquí. Santa Cruz te da una libertad y una paz que no se encuentra en muchos lugares de Argentina, y eso me llena el alma", afirma, El Profe que con gran emotividad confiesa: "con mi señora y mi hijo estamos muy bien en Río Gallegos y no creo que nos vayamos, salvo que Jeremías, al cumplir dieciocho años, quiera estudiar en otro lugar".


"Pero nuestro hogar está aquí y continuaremos siempre, hasta que Dios lo disponga", concluye este querido riogalleguense por opción.

Por @_fernandocabrera


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