Como Ley N° 3.439, se sancionó el 28 de mayo del año 2015 el “Boleto Educativo Gratuito Urbano e Interurbano”. No fue una fecha azarosa, el 25 de octubre de ese año se realizaron las elecciones generales y nadie quiso ponerse en contra de una medida tan justa para la comunidad educativa aunque la misma lleve más de 7 años cajoneada.
La promulgación y publicación en el Boletín Oficial llegaron rápidamente, el 22 de junio y 28 de octubre de ese 2015, respectivamente creando el “Boleto Educativo Gratuito Urbano e Interurbano” para los estudiantes de todos los niveles educativos que residan en la provincia y que, como parte del proceso educativo, deban trasladarse dentro de la localidad de residencia o a otra localidad dentro del ámbito provincial y/o hasta cien kilómetros desde el límite provincial, sin restricciones, según indica el primer artículo.
“El Poder Ejecutivo Provincial, reglamentará la presente ley, dentro de los sesenta (60) días a partir de su promulgación” rezaba el 5° artículo, aunque ya hayan transcurrido más de 7 años sin que se haya redactado el decreto reglamentario, más allá de alguna intención difundida mediáticamente por los funcionarios de las carteras intervinientes.
En el mismo texto sancionado se crea además el Fondo para la provisión del Boleto Estudiantil Gratuito, integrado por los montos que el presupuesto general de la provincia le asigne; los aportes que en forma extraordinaria establezca el Poder Ejecutivo y las donaciones y legados que se reciban de personas físicas o jurídicas, privadas o públicas, destinadas a este Fondo.
Los periodos preelectorales en las ciencias que analizan y estudian las Políticas Públicas se conocen como “ventanas de oportunidad”, con la posibilidad que ese momento abre para que la comunidad pueda incorporar temas en la agenda política del gobierno, esto es justamente lo que sucedió en este caso. Los centros de estudiantes que venían movilizados desde la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, los colegios secundarios, la Coordinadora de Estudiantes y algunos movimientos juveniles con marchas, presión mediática y peticiones en la plataforma Change.org lograron que la Legislatura trate el proyecto del entonces diputado Jorge Arabel -también tenía estado parlamentario otra iniciativa de igual tenor del legislador Alejandro “Chiqui” Victoria y del Partido Obrero-.
El beneficio que el “Boleto Estudiantil Gratuito” significa para las y los estudiantes santacruceños es fundamental para la democratización social del sistema educativo, la igualdad de oportunidades y el acceso real a la educación pública, gratuita y de calidad y un freno al flagelo de la deserción escolar tan presente en estos tiempos que deja a jóvenes fuera del sistema educativo primero y con grandes dificultades para incorporarse después al empleo formal por carencia de formación.
La reivindicación que supone la Ley N° 3.439 de “Boleto Educativo Gratuito Urbano e Interurbano”, requiere exclusivamente la voluntad política del gobierno provincial para reglamentarse, en este nuevo periodo preelectoral la ventana de oportunidad ya está abierta...
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