Alejandro es hijo de una mujer asesinada en Puerto San Julián y cuyo crimen continúa impune. Ésta es su carta recordando hoy en el Día Internacional de la Mujer a su madre, la doctora Zulma Malvar.
“Mi mamá se llamaba Zulma Delfina Malvar, ella era una médica ginecóloga que vino a vivir al sur en 1995 y encontró un triste e injusto final en el año 2019.
Ya han pasado más de tres años y medio de aquel fatídico 18 de julio de 2019 en el que encontré a mi madre muerta en el patio de su casa, con el correr de las horas se confirmó que había sido asesinada. (La autopsia determinó que la ahorcaron con una palanca desde atrás con el antebrazo. Aparte de su ADN se determinó que había manchas de sangre de otras dos personas más en la escena del crimen, un masculino y una femenino, al cual al día de la fecha no han sido identificados por no haberse comparado sus datos genéticos con los encontrados en la escena del crimen, porque no se ha podido dar con ellos todavía.)
Mi mamá era una excelente profesional que se dedicaba con responsabilidad y entusiasmo a la atención de sus pacientes, imagínense ella ayudo a muchísimas mamás a traer a sus hijos e hijas a este mundo, prácticamente una generación de sanjulianenses han pasado por sus manos; también se dedicaba a la docencia en el plano universitario siendo parte de la carrera de Enfermería en la Unidad Académica San Julián de la UNPA.
Además del plano profesional, ella se encargaba del cuidado de mi abuela, y sus pasatiempos eran cuidar de sus flores y plantas, realizaba pinturas, mosaiquismo, y también le gustaba viajar. Pudo cumplir su sueño de conocer Cuba un par de meses antes de que la asesinaran cobardemente. Su anhelo era poder jubilarse después de haber trabajado tantos años pero eso tristemente quedó en la nada.
El femicidio de Zulma inexplicablemente no tiene respuestas de ninguna índole, sólo situaciones confusas, informes policiales falsos, testigos que mintieron en la causa judicial, personas que entorpecieron y lo peor de todo los magistrados y funcionarios judiciales que en ese momento eran personas cercanas a mí nunca se apartaron ni fueron objetivos, y al día de hoy sólo muestran indiferencia y soberbia.
Después de tanto tiempo nuestro dolor como familia se mantiene como el primer día, hoy nos falta mi mamá y esperamos nadie más pase por esta situación injusta y triste.
En este día de reivindicación mantenemos nuestro pedido de justicia por Zulma Malvar y por todas esas mujeres que ya no están con sus familias.
Le envío un cordial abrazo.
Alejandro Jodar Malvar”.
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